31 de julio de 2012

España, el país que cierra en agosto


Esta última semana del mes de agosto, termina un periodo que, si bien tiene sus semejanzas lejanas en algunos países europeos – sobre todo mediterráneos – no se da de esta manera en ningún otro sitio.
En agosto todo cambia en España. El país se ralentiza. En algunos casos incluso se paraliza por completo.
Algunos de los ejemplos más claros y que, en los tiempos que corren, más animadversión producen, es el cese total de actividad parlamentaria. Esto quiere decir, que los señores y señoras diputadas que dictan las directrices del país o comunidad autónoma, se van de vacaciones hasta septiembre. En los ayuntamientos pasa algo parecido, quedando algunos concejales “de guardia” para asuntos urgentes. Este agosto, sin preocuparse por la que está cayendo en España, el señor Presidente del Gobierno de la Nación, no ha desaprovechado la oportunidad de irse de vacaciones.
Por otra parte, las fábricas cierran por vacaciones sin importar que los artículos que producen puedan ser importantes durante este periodo. Si lo que necesitas es un arreglo estás perdido. En agosto no se arregla nada. Los comercios cierran o reducen su horario; los bares hacen algo parecido; las oficinas hacen jornadas continuas, los bancos recortan su apertura… Y ya no hablemos de servicios como los autobuses que disminuyen considerablemente, los médicos que reducen sus listas de enfermos porque llevan la lista de un colega, no dan citas para los especialistas que están en los hospitales, el dentista cierra por vacaciones, los organismos públicos están en cuadro y es casi imposible realizar cualquier trámite, y así un largo etcétera. Si nos fijamos en la prima de riesgo durante el mes de agosto, incluso esta se ha relajado.
Y yo me pregunto. ¿Es que en agosto no se rompe nada? ¿Es que en agosto no hay que pagar IVA, IRPF y demás impuesto? ¿Es que acaso en agosto el banco deja de pasarnos el recibo de la hipoteca o de cobrar comisiones por respirar su aire en las sucursales? ¿Es que nadie se pone enfermo en agosto? ¿Entonces?
Habrá que hacérnoslo mirar si de verdad queremos salir del profundísimo pozo en el que nos encontramos.

24 de julio de 2012

Vacaciones baratas


En esta época de ajustes imposibles, de recortes implacables, de incertidumbre económica, la gente no tiene ni la menor intención de perderse algo tan español como es irse de vacaciones. Desde luego que todo el mundo tiene derecho, faltaría más. Solo quedaría amoldarse a la economía de cada uno.
Para aquellos que su bolsillo se lo permita, salir de España, a según qué lugares, puede resultar realmente económico. Según una investigación de la sección de viajes del canal CNN, Méjico, Grecia, Tailandia o Myanmar (antigua Birmania) estarían entre los lugares más baratos de nuestro planeta. En la Rivera Maya mejicana hay más resort que en el Caribe y Hawai juntos y si a esto le sumamos la debilidad del peso mejicano le hace ser un destino más que apetecible. Tailandia por su parte, quiere recuperar su prestigio perdido tras las aguas del tsunami y la antigua Birmania competir con su vecina por el turismo de lujo, competencia desleal que comienza tirando los precios. Finalmente Grecia y su consabida situación convierten a sus islas en un remanso de paz especial para vacaciones low cost.
Si nuestra intención – o nuestra obligación – es quedarnos en España decir que existen sitios realmente espectaculares y baratos que visitar. La costa asturiana es una excelente opción si encontramos el alojamiento adecuado. Las Rías Baixas gallegas o la costa de Lugo también son una gran opción. Si miramos al sur, la poco popular Almería y su Cabo de Gata son en igual proporción baratos y bellos. Calas imposibles, paisajes inéditos en cualquier otro lugar de España y gente realmente acogedora hacen de la tierra de los viveros un valor seguro.
Pero si ninguno de estos destinos cuadra en nuestros planes, una visita al pueblo a que nos lo den todo hecho, siempre resulta agradable, reparadora y, por encima de todo, barata.

17 de julio de 2012

¿Y si le hubieran dado a Madrid los JJOO del 2012?


¿Qué  hubiera pasado si los próximos JJOO que, en mi opinión, Londres se llevó injustamente, se celebraran en Madrid?
La verdad es que, seguramente, la situación de desconcierto económico que vivimos en estos momentos difícilmente podría haberse producido. Solo con la inversión prevista muchas de las empresas que hoy han cerrado estarían trabajando en el proyecto y muchos de esos puestos de trabajo perdidos se mantendrían. Además, comercios, bares, restaurantes, hoteles… estarían “reclutando” gente, lo que disminuiría considerablemente el número de parados. Pisos que ahora están vacíos y sin previsiones de alquilarse, encontrarían unos inquilinos que dejarían un dinero que vendría estupendamente a los arrendadores. La inmensa cantidad de gente que hubiera venido a ver los juegos a Madrid traería un dinero que, aparte de beneficiar al comercio, a los hoteles y a la hostelería, ingresaría un IVA que hubiera alejado el fantasma de su subida que nos acecha para el 1 de septiembre. En total una previsión de ingresos que diversos medios económicos cifran de media en unos 20.000 millones de euros que de haber venido a España, nos hubiera librado de más de un recorte.
Si hablamos de los tan famosos y temidos mercados, es más que probable que no se hubieran atrevido a cebarse con país que estaba a punto de celebrar semejante evento. Empresas como Coca Cola, Panasonic o McDonald – tan poderosas o más que los mercados – no hubieran permitido un ataque como el que hemos sufrido si hubiéramos sido la sede.
Ya si nos fijamos en Talavera, tan cercana a Madrid, seguro que algo se hubiera llevado. Habitaciones de hotel, subcontratas de empresa de talavera o alguna visita turística, ayudarían a no tener  que estar venerando a una empresa a la que se ha dado muchísimo y apenas va a aportar medio centenar de empleos.

10 de julio de 2012

Dónde leer


Con la llegada del verano y las tan merecidas vacaciones, es el momento de disfrutar aun más si cabe de una buena lectura. Si bien el número de los que se reconocen lectores habituales por placer, según el Barómetro de Hábitos de Lectura y Compra de Libros de la Federación del Gremio de Editores de España, ronda el 60%, este porcentaje aumenta ostensiblemente cuando al alba uno no tiene que salir a toda prisa para ir al trabajo.
“Los pilares de la tierra”, de Ken Follett es el libro más leído a pesar del paso del tiempo y María Dueñas con “El tiempo entre costuras” copa el primer puesto en la lista de los más vendidos. En literatura infantil y juvenil, la saga Crepúsculo, de Stephenie Meyer, y Harry Potter, de J.K.Rowling aparecen entre los más leídos. Gerónimo Stilton y Kika Superbruja, los libros más leídos entre los niños de 10 y 13 años. La terraza, el patio, la piscina, bajo una higuera… cualquier lugar es bueno para disfrutar de una buena historia. Pero, como todo, el mundo de la literatura también está cambiando. Ahora no solo debes elegir el lugar donde gozar de una buena lectura sino también el soporte en el que lo haces. Si tenemos en cuenta el Barómetro de Hábitos de Lectura, cerca del 10% de los lectores habituales lo hace a través de algún soporte digital. Móviles, tabletas y e-readers o libros electrónicos están cada vez más preparados para este cometido y añaden a su operativa aplicaciones y servicios para facilitar tanto la descarga de libros como la lectura on-line. Aldiko, por ejemplo, es una aplicación que permite crear una biblioteca digital de ebooks dentro de un móvil o una tableta. Amazon por su parte, vende tanto los propios soportes como los libros para su descarga. Kindle, iPad o el recién presentado Nexus 7 de google son algunos de estos aparatos llamados a revolucionar el mundo de la lectura, aunque eso habrá que verlo. Donde esté el sentir de un gran libro entre los dedos…

3 de julio de 2012

Banderita tú eres roja


Aquel gol de Torres en el minuto 32 en el Prater Austriaco hace cuatro años, sumado al gol de Iniesta en Sudáfrica dos años después, cambiaron para siempre los sentimientos que hacia los símbolos nacionales se tenían en este país.
Uno, que sin peinar canas ya hace tiempo perdió la posibilidad de tenerlas, ha crecido con la idea de que aquellos que portaban la noble insignia española tendían hacia movimientos poco democráticos y miraba a aquellos que la mostraban orgullosos una mezcla de recelo e intransigencia.
Durante mi infancia rara vez se veía a la rojigualda si no era en un edificio oficial, y ya no hablemos del escudo que la acompaña, que no supe de él hasta que en 8ª de EGB lo estudié en Ciencias Sociales.
Por suerte, esa bandera que representa a casi cincuenta millones de personas ya no es patrimonio de unos pocos, sino orgullo de una mayoría que la muestra gozosa por doquier. Balcones, ventanas, coches, mascotas, cualquier sitio es bueno para colocar nuestra bandera y ya no tiene porqué tener connotaciones políticas o ideológicas. Los gerentes de establecimientos multiprecio de origen asiático (los chinos de toda la vida) grandes comerciantes, se anticiparon a todo esto y llenaron sus estantes de banderas de todo tipo, facilitando aun más el florecimiento de este sentimiento español.
Esta Eurocopa en Polonia y Ucrania no ha pillado desprevenido a nadie. En cada partido son muchos los que acuden a bares y lugares de reunión ataviados con símbolos  de la que ahora llaman la roja, que luego exhiben orgullosos al finalizar el encuentro. Y raro es el que no tiene en estos tiempos una bandera, aunque sea pequeñita, en su casa.
Después de estos quince días de torneo, después de los seis partidos de la roja, después de ver banderas y banderas por donde quiera que vaya, de ser testigo de cómo los telediarios cambiaban la economía por el deporte en sus titulares, se me plantea la duda de si lo que ha surgido a raíz de los triunfos deportivos de la selección es un sentimiento de Estado o simple forofismo futbolístico.