“Vamos a ver, eh, la indemnización que se pactó fue una
indemnización en diferido, y como fue una indemnización en difi… en diferido en
forma, efectivamente, de simulación de… simulación o de lo que hubiera sido en
diferido, en partes de una lo que era antes una retribución tenía que tener la
retención a la seguridad social que si no hubiera sido…ahora se habla mucho de
pagos que no tienen retenciones en la seguridad social, ¿verdad? Pues aquí se
quiso hacer como hay que hacerlo”. Pues con esta ininteligible parrafada se
despacho a gusto nuestra querida Presidenta y número dos del PP para explicar
que a un “supuesto” delincuente le habían pagado casi medio kilo de euros por
un despido, que a todas luces parece ahora improcedente, tras cobrar la
friolera de veintiún mil euros mensuales en tiempos en los que a otros nos
quitan pagas, nos recortan derechos y nos suben impuestos por doquier.
Ver la angustia que esta señora mostraba en su rostro
denotaba la falta de preparación sobre el tema y el marrón que esa
comparecencia resultaba para ella. Seguramente estaría pensando en que bien
podía haber copiado a su jefe y haber presentado un video, por supuesto en
diferido, para por lo menos tener preparada la respuesta y no parecer Grouchomarxista como apunta Ignacio Escolar en su blog de www.eldiario.es.
Luego viene lo de Sepúlveda que se fue él pero igualmente le
indemnizaron hasta que ya por vergüenza torera no pudieron mantener ya en su
puesto – simulado o diferido – de “funcionario” del PP como apuntaba su
portavoz parlamentario con no menos angustia de la que demostró Cospedal.
O Bárcenas, que en directo y sin simular nada se plantó ante
un notario para declarar las supuestas irregularidades de su partido y
blindarse ante posibles denuncias de compañeros de partido.
En realidad todo parece una tomadura de pelo de descomunales
dimensiones que es bien real y que venimos viviendo en directo día tras día.
Ojala estuviera en diferido, pudiéramos editarla al gusto o simular que no es
real, como hacen otros.