Mientras que el año 2012
será recordado por los innumerables recortes y planes de liberalización llevados
a cabo por ejecutivos locales, autonómicos y estatales, se abren una gran
cantidad de nuevas oportunidades de negocios derivadas de estos recortes, que
nos llevarán a pagar aun más por todo.
Si hablamos de educación,
los más de 3.000 millones de recortes va a promover la gestión privada de todo
aquello que no sea básico, como actividades extraescolares. A partir de ahora
el que quiera que sus hijos estudien música, otro idioma o hagan deporte lo
tendrán que pagar. Además, si necesitara de apoyo educativo en algún área, como
ya la atención en su centro será más que difícil, igualmente tocará pagarlo.
En cuanto a la asistencia
sanitaria, recortar más de 7.000 millones conlleva que ese dinero irá a manos
privadas. Si faltan recursos en la sanidad pública buscaremos la manera de que
nos den solución en la privada. La salud es algo muy serio y muchas familias se
tendrán que rascar sus maltrechos bolsillos.
La dependencia y sus
1.000 millones de recortes abren un sinfín de puertas a nuevas empresas que
tendrán que reemplazar los servicios sociales que se venían desarrollando hasta
ahora.
Ya si hablamos del I+D,
del medio ambiente o las infraestructuras la participación pública será
testimonial. Así pues habrá que pagar, también, los avances que en estos campos
se vayan produciendo.
En resumen: pagar, pagar
y más pagar.
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