¡Ya está aquí la Eurocopa!
Este acontecimiento deportivo que en tiempos pasados, y no
muy lejanos, era fuente de disgustos, de debates interminables, de discusiones
partidistas y de un pesimismo desmedido, lo es ahora de todo lo contrario. Esos
“locos bajitos” que maravillan a medio mundo van a ser la anestesia de todas
las penurias que día tras días nos anuncian y recuerdan los telediarios y
periódicos. Las portadas de los periódicos serán alegres, con titulares que
llamen al optimismo. El Ibex35, la prima de riesgo, el déficit y el paro,
desaparecerán para dejar paso a La Roja
y a los más que probables éxitos que seguro cosechará. Bankia y sus veintitrés
mil millones de euros serán historia, igual que Moodys o Standard and Poor's y
sus calificaciones.
Cuando pensemos en Alemania, en vez de a Merkel y su
austeridad, veremos a Ozil, Khedira o Mario Gómez. Grecia dejará de ser la
defenestrada de Europa para entrar en las quinielas de las posibles sorpresas
como lo fue en 2004. Portugal e Irlanda, también intervenidas como Grecia,
tiene también su oportunidad de destacar positivamente ante Europa.
En España, PP y PSOE por fin estarán de acuerdo y, además,
seguro lo harán público orgullosos. CiU y PNV, sin salirse de su línea
nacionalista, sacarán pecho por aquellos jugadores que hayan nacido dentro de
sus territorios, pero sin reconocer en público que lo que en realidad quieren
es que gane España. IU, por su parte, dará la nota de color pidiendo algún
detalle morado dentro de La Roja, nombre
que por otra parte ya les satisface enormemente.
En definitiva, hasta el próximo 1 de julio en el que se
jugará la final, seremos un país unido para conseguir un objetivo: la Eurocopa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario